Guion realizado para video de Facebook.
La millonaria vida de Obama tras la Casa Blanca.
Tras ocho años gobernando desde la Casa Blanca, Barack Obama dejó su cargo como presidente de Estados Unidos en enero de 2017. Aunque ya no tenía sobre sus hombros la responsabilidad de dirigir al país más poderoso del mundo, esto no significó que su estilo de vida cambiara drásticamente.
Y es que, con un patrimonio neto valuado en más de 70 millones de dólares, Obama podría costearse prácticamente cualquier capricho y lujo que quisiera.
Para empezar, luego de dejar Washington, lo primero que Obama y su esposa Michelle hicieron fue comprar una ostentosa mansión de más de 800 metros cuadrados en el exclusivo vecindario de Kalorama, en la capital estadounidense.
La imponente propiedad, por la que pagaron 8.1 millones de dólares, cuenta con 9 habitaciones, 8 baños y medio, gimnasio, vestidor y una bodega privada para guardar sus pertenencias más preciadas. Además, el diseño de la vivienda mezcla a la perfección el estilo antiguo de la construcción con toques modernos y acabados de lujo.
Asimismo, los Obama son dueños de otra espectacular residencia vacacional frente al mar en la paradisíaca isla de Martha’s Vineyard, ubicada en Massachusetts. Esta casa de 7 habitaciones con piscina privada y acceso directo a una playa exclusiva es el destino favorito de la familia para pasar sus vacaciones de verano y escapar por un tiempo de la agitada vida citadina.
De igual manera, cuando de viajes se trata, Barack y Michelle no reparan en gastos a la hora de tomarse unos días de descanso y relajación, ya que les encanta conocer nuevos destinos alrededor del mundo. Hace poco, fueron vistos recorriendo y explorando bellos paisajes de la idílica isla griega.
También, otro país al que han viajado en varias ocasiones durante su etapa pos-presidencial es Indonesia, especialmente la isla de Bali, en donde les gusta practicar yoga, meditación y otras actividades espirituales para liberar el estrés.
Por otro lado, cuando no está de viaje, algo que a Obama le fascina hacer en su tiempo libre es jugar golf en exclusivos clubes privados, donde no solo disfruta de practicar su swing, sino también de relacionarse y hacer networking con otros famosos y personalidades influyentes.
Además, se le ha visto conduciendo lujosos autos deportivos, como un flamante Corvette Stingray modelo 2017, cuyo precio supera los 60 mil dólares. Evidentemente, este estilo de vida tan ostentoso sería imposible de costear si los Obama no contaran con múltiples fuentes de ingresos millonarias aun después de su partida de la presidencia.
Una parte importante de la enorme fortuna que han acumulado proviene del jugoso contrato que la pareja firmó en 2018 con Netflix para producir series y películas en exclusiva para la gigante plataforma de streaming. Se estima que solo este acuerdo está valorado en al menos 50 millones de dólares.
Pero las producciones audiovisuales no son el único negocio redituable de Obama, quien también percibe ganancias extras por concepto de regalías cada vez que se vende alguno de los múltiples libros que ha publicado a lo largo de su carrera. De hecho, sus dos volúmenes de memorias “La audacia de la esperanza” y “Una tierra prometida” han sido éxitos absolutos de ventas.
Ahora bien, no todo es disfrutar de lujos y placeres en la vida del expresidente más popular de los últimos años. Y es que Barack colabora activamente con diversas causas sociales por medio de la fundación sin fines de lucro que lleva su nombre.
Por ejemplo, a través de ella impulsa iniciativas relacionadas con el liderazgo joven, la educación, el desarrollo comunitario y la erradicación de la pobreza. Esto demuestra que, aunque vive rodeado de comodidades, Obama no ha olvidado sus orígenes ni ha perdido la sensibilidad por los menos favorecidos.
De esta manera, Michelle y Barack Obama disfrutan de una vida privilegiada que muy pocos pueden llegar a conocer. Y es que no todos los días se tiene la oportunidad de codearse con celebridades, dormir en mansiones ostentosas, navegar en yate por el mar mediterráneo o irse de vacaciones a un hotel 5 estrellas en las Bahamas.
Asi, mientras Obama predica humildad, sus acciones están lejos de reflejarla. Quizás, la presidencia más que cambiar al hombre, cambió la posición del hombre respecto al concepto del lujo, el cual hoy disfruta sin tapujos morales.
Gracias por llegar al final del video, hasta pronto.
